Cuenta la leyenda que en un pueblo llamado Baba en la Provincia de Los Rios, Costa ecuatoriana, había una señora que era muy curiosa, demasiado chismosa y por lo tanto muy mentirosa... Era tan metida que ya se habían disuelto algunos matrimonios por su culpa. Nadie recuerda su nombre pero si lo que le sucedió.
Para las fiestas de este pueblo la gente solía quedarse hasta altas horas de la noche disfrutando de música y bailes. Pero esta señora se quedó en su casa despierta, tejiendo o quizá inventando otro chisme... A las 12 am en punto escuchó el andar de un par de caballos y el rodar de un carruaje, escuchó gente riendo y brindando, cualquiera pudo pensar que eran las personas del pueblo celebrando pero ella decidió salir a ver que pasaba.
Al abrir la puerta se pudo percatar que aquel carruaje era demasiado elegante y muy amplio, así que debe ser alguien de mucho dinero y muchos amigos pensó, Caminó 10 pasos más talvez así podía ver algo, de repente un hombre bajó del carruaje, muy bien vestido y un tanto atractivo, que emanaba un olor demasiado varonil quien acercándose a la señora con una sonrisa le dijó: Buenos días hermosa señora lamento importunarla, pasábamos por aquí porque supimos que hay una fiesta, somos extranjeros y no conocemos mucho el lugar y dudamos de la gente pues no han sido muy amable con nosotros, en cambio usted ha salido a recibirnos, le agradecemos su interés y no quisiera que piense que abuso de su confianza bella dama pero me gustaría pedirle un gran favor si no es mucha molestia.
A lo que la señora le contestó: Uy si esta gente es muy mala, nunca se comiden con nadie, son egoístas y les molesta ayudar a la gente, hay personas que son indignas de vivir por aquí pero que se le puede hacer? claro caballero yo le ayudaré, que desea que haga por usted?
El hombre le dijo: Tengo algo muy importante señora mía en este cofre (una cajita hecha de bronce con medidas de aproximadamente 10cm x 10cm) y no quisiera que se me extravíe, vamos a tantos lugares que no sé donde podría guardarlo, es muy valioso para mi, podría usted tenerlo tan sólo por 3 días, prometo regresar a esta misma hora para pasarlo retirando, está usted de acuerdo linda dama? le recompensaré
Y la señora respondió: Claro caballero con gusto yo le guardaré su cofre, tenga cuidado con la gente del pueblo vecino son unos ladrones y unos chismosos. Vaya tranquilo que su cofre está en buenas manos.
El hombre sólo dijo estas últimas palabras: Gracias preciosa dama, quien como usted... tan sólo no abra el cofre pues es muy preciado para mi... No lo abra ni permita que nadie más lo abra... Tengo su palabra?
La señora un poco curiosa al respecto asintió con la cabeza y el hombre le sonrió se dio la vuelta y subió al carruaje que se marchó veloz.
La mujer entró a la casa y puso el cofre debajo de su cama y como si hubiera hecho algo realmente sublime sonrió y se fue a dormir. Al día siguiente se percató que salía una luz de la parte inferior de su cama y pudo observar que provenía de ese cofre, la curiosidad la invadía y quería abrirlo pero recordó las palabras del caballero y optó por no hacerlo. Fue a contarle a sus vecinas lo que le ocurrió y cuando ellas le preguntaban que había en el cofre no sabía que decir pues lo ignoraba completamente, estas señoras se burlaban de ella porque decían que quizá era oro o eran joyas, talvez era mucho dinero del que ella podría aprovechar TAN TONTA ERES QUE NO PUEDES AUNQUE SEA ECHAR UN OJO... ÉL HOMBRE NO LO SABRÁ!
Con estas palabras la intriga la embargó. Sin embargo siguió chismeando de otras cosas, realizó sus quehaceres domésticos y se marchó a dormir.
Al segundo día pudo también soportar la curiosidad pero llegó el tercero y la luz del cofre era más llamativa, no esperó más y con todas sus fuerzas abrió el cofre y encontró una tela blanca que al parecer cubría algo, sacó la tela y descubrió que eran HUESOS dentro del cofre, algunos eran dedos, otros no sabía de que parte del cuerpo procedían, pero tenían sangre todavía... La mujer vomitó sobre el cofre y se desmayó! Pasaron unas horas pero todavía estaba la luz del sol y fue donde una bruja que vivía por el sector, le contó todo lo sucedido y ella le dijo:ESTARÁS MUERTA PARA DESPUÉS DE LA MEDIA NOCHE, ESE HOMBRE ES EL DIABLO Y QUERÍA DEMOSTRAR QUE TU ALMA LE PERTENECE SIMPLEMENTE PORQUE NO PUDISTE DETENER TU LENGUA NI AGUANTAR LA CURIOSIDAD.
Nooooo! por qué??? dijo la señora; dime bruja que puedo hacer? y la bruja le contestó: pídele al sacerdote perdón en nombre de Dios y consigue agua bendita, mójate las manos, la cara y los pies, debes tener a un niño recién bautizado en brazos y hacerlo llorar justo cuando estés entregando el cofre en las manos del diablo y un gato debe estar a tu lado maullando. Esto lo espantará y te dará la oportunidad de vivir.
Apenas escuchó esto pidió cuidar al bebé de un pariente que vivía cerca, adquirió un gato de dudosa procedencia y había ido a la iglesia a confesarse de tantos males provocados a sus vecinos y bendijo unas pomas con agua, prácticamente se bañó con ella y sólo esperaba ansiosa la media noche para librarse de esta mala experiencia... Había anteriormente lavado con miedo los huesos y el cofre para dejarlo tal como estaba.
Tocó el reloj la media noche y se escuchó el relinchar de los caballos y se oyeron las ruedas de aquel carruaje pero esta vez era un sonido espantoso. El diablo bajó del carruaje que ya no lucía tan elegante ni hermoso, peor él... pues estaba vestido de negro y casi ni se veía su rostro pues lo tapaba una neblina oscura... El diablo habló y le dijo: MALDITA MUJER ME HAS ENGAÑADO Y HAS ABIERTO MI COFRE LO SÉ Y LO QUE VAYAS A HACER NO TE LIBRARÁ DEL FUEGO DEL INFIERNO...ENTRÉGAME EL COFRE Y TE RECOMPENSARÉ LLEVÁNDOME TU ALMA.
La mujer atónita miró al que antes fue un atractivo caballero, hoy tenía patas de cabra y un enorme rabo, olía a azufre y su voz era tan tenebrosa que la hizo llorar del miedo, la señora pellizcó al bebé y este empezó a llorar, estiró su mano hacia el diablo para entregarle la caja y el gato la ayudó maullando de hambre.
El diablo la miró fijamente diciéndole... MALDITA MUJER HAS EMBARRADO MI COFRE DE AGUA BENDITA SI DIOS TE HA PERDONADO YO TE ESTARÉ VIGILANDO PORQUÉ SÉ QUE VOLVERÁS A PECAR Y ENTONCES TE LLEVARÉ CONMIGO.
Después de decir esto el diablo desapareció dejando oir sólo el trotar de los caballos y las oxidadas ruedas de la carroza.
La mujer se libró de ser llevada por el demonio pero desde ese día, después de la media noche se escucha el relinchar y el trotar de caballos y unas ruedas oxidadas... Nadie sale a ver quien es porque todos saben ya lo que les podría pasar!
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